Parece que ya se ha vuelto un tema recurrente, pero últimamente (aunque de forma espaciada) he estado escribiendo sobre los problemas de la violencia y el narcotráfico en Guatemala, dada la compleja problemática que plantea para la ciudadanía y el estado.
Justo hoy en clase discutimos un pequeño modelo microeconómico (basado en el trabajo de Fajnzylber, Lederman y Loayza, 2000) que me pareció explica de forma muy ordenada y simple el problema de la criminalidad y me gustaría compartirlo.
Inicialmente, debemos pensar en la existencia del crimen, como un mercado con muchas «empresas» criminales que buscan maximizar sus ganancias, mediante un modelo que se expresa de la siguiente manera:
Max. π = (1−p)l−c−w−p·pu−m
donde:
p = probabilidad de ser arrestado
l = valor del crimen
c = costo de la actividad criminal
w = salario (costo de oportunidad)
pu = castigo si arrestado
m = costo moral
Lo que nos dice esto es que habrá mayor «oferta» o número de empresas criminales en países donde existan las circunstancias para tener mayores ganancias (exactamente a lo que se refiere la expresión «el crimen paga»).